Pésimo fue el momento elegido por el candidato presidencial priista, Enrique Peña Nieto, para presentar a su asesor (Óscar Naranjo Trujillo) en materia de seguridad y experto en la lucha contra el crimen organizado.
El mensaje cayó mal en los terrenos donde debía abonar y las fuerzas armadas reaccionaron con desconfianza hacia este tipo de experiencias.
Los mandos de las fuerzas armadas, aunque se guardaron de expresarlo públicamente, sintieron menosprecio al trabajo que realizan en la lucha contra la delincuencia, especialmente en el combate al narcotráfico, donde las bajas han sido muchas entre las fuerzas armadas.
Con sigilo, pero Ejército y Marina recibieron como un mazazo el anuncio realizado por el candidato presidencial priista, para incorporar a su equipo al asesor de nacionalidad colombiana.
Y no es por xenofobia, ni porque el personaje en cuestión no sea experto en tareas de seguridad, sino porque consideran que entre los mandos militares mexicanos hay elementos con la misma capacidad para enfrentar el grave problema de inseguridad que padece el país.
Es cierto que Óscar Naranjo Trujillo recibió el reconocimiento como el mejor policía del mundo, por el trabajo realizado al frente de la policía colombiana, pero también lo es que Juan David Naranjo Trujillo, su hermano, fue detenido por tráfico ce cocaína hace algunos años.
Naranjo Trujillo no tiene por qué responder por la conducta de su hermano, como tampoco en México lo tuvo que hacer Leonel Godoy por su hermano Julios César Godoy, aunque ese simple hecho causa suspicacia.
Su reconocimiento como el mejor policía del mundo, es su aval y los resultados ofrecidos en Colombia lo respaldan.
Sin embargo, anunciar su incorporación al equipo del candidato puntero causó malestar en las fuerzas armadas y en otros sectores, sensibles ante la presencia de extranjeros en los equipos de los candidatos presidenciales.
Mucho cuestionan a los priistas la participación dentro o por fuera del equipo de Andrés Manuel López Obrador del uruguayo Luis Costa Bonino y del español Antonio Solá en el de Josefina Vázquez Mota, cuando el propio candidato presidencial priista pone su cuota de incorporación de extranjeros a su equipo de trabajo.
Desde las instancias de izquierda se cuestionó esta incorporación, olvidando que el propio Jefe de Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard Casaubond, recurrió en el pasado reciente (2007) a la experiencia del ex alcalde Nueva York, Rudolph Giuliani, para contener la violencia en la capital del país, sin importar que las prácticas adoptadas por el estadounidense fueron consideradas como de extrema derecha.
Y es que en algunos lados se filtró que el super asesor en materia de seguridad era fieramente disputado por las huestes panistas y que Josefina Vázquez Mota traía pláticas avanzadas con el colombiano, quien incluso ya había trazado algunas líneas incorporadas a la estrategia que en materia de seguridad presenta la abandera del partido blanquiazul.
Ante esta eventualidad se hizo necesario el anuncio del priista que también impactó en otros sectores castrenses, el de los retirados, algunos de los cuales habían formulado una serie de propuestas en materia de seguridad pública y se encuentran a la espera de ser incorporados al equipo de trabajo del candidato presidencial priista.
Incluso uno de esos personajes, el general de División, Tomás Ángeles, se encuentra arraigado por cuarenta días, los que vencen la próxima semana, por supuesta vinculaciones con el narcotráfico.
El divisionario se venía distinguiendo como uno de los militares en retiro que participaban activamente en los encuentros priistas para sugerir o presentar propuestas en materia de seguridad, las que pudiesen ser aprovechadas para la conformación de la estrategia a adoptar por este partido para el proyecto aplicable en caso de que EPN gane la Presidencia de la República.
Incluso de hablaba de la posibilidad de que Ángeles o el también divisionario en retiro Roberto Miranda pudiesen ocupar alguna de las posiciones de importancia dentro del gabinete de seguridad del priista.
La secretaría de Seguridad Pública o la secretaría de la Defensa Nacional son las principales plazas, aunque se menciona también la posibilidad de que se cree una nueva dependencia, para enfrentar los embates del crimen organizado, donde se podría aprovechar la experiencia de alguno de estos personajes.
Es claro que el asesor colombiano no podría ocupar ninguna de esas vacantes y que su papel sería solamente de asesor, aunque lo que inquieta a los mandos militares, en activo y en retiro, sería que las directrices partieran de un personaje que tiene toda la capacidad y el conocimiento en la materia pero que desconoce el entorno mexicano, diferente a lo que él vivió en Colombia, donde se distinguió como un personaje eficiente en materia de seguridad.
ZAMORA ENCAMINADO AL SENADO
Arturo Zamora Jiménez y Jesús Casillas, candidatos priistas al Senado de la República por el estado de Jalisco, se perfilan como eventuales ganadores en la disputa por los dos escaños de mayoría en esa entidad.
Hace seis años, Zamora Jiménez era el candidato priista al gobierno estatal y salió como favorito en la contienda, respaldado por una buena gestión como alcalde Zapopan, aunque unos cuantos días antes de los comicios, se divulgaron algunas informaciones infamatorias, en las que se cuestionaba su honorabilidad.
La historia es ampliamente conocida y Zamora fue rebasado en las urnas por el actual gobernador panista Emilio González Márquez y el PRI no pudo recuperar esa plaza que ya sentía en las manos.
Hoy, la historia parece ser distinta y Zamora Jiménez no se confía, por lo que redobla esfuerzos para conquistar el escaño correspondiente, en fórmula con Jesús Casillas.
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