martes, 6 de marzo de 2018

LOS INTOCABLES

En México no hay intocables, todo ciudadano es sujeto de ser juzgado, hasta el Presidente de la República, cuando de traición a la patria se trata.
Los personajes elegidos por el voto popular cuentan con la figura del fuero que los protege mientras duran en su cargo y se requiere de qué sean desaforados para ponerlos a disposición de las autoridades, en caso de algún ilícito.
Todos ellos pierden protección cuando terminan la gestión para la que fueron electos y es entonces cuando pueden ser puestos a disposición de las autoridades, como sucede con varios ex gobernadores que se encuentran en prisión.
Por eso muchos de los actuales funcionarios del gabinete presidencial y otros más que ya no lo son, buscan ser incluidos dentro del selecto grupo de candidatos a diputados federales y senadores, por la vía de representación proporcional.
Urge que se publiquen esas listas, para que esos personajes sepan cuáles de ellos van cubierto y cuáles otros tendrían que enfrentar circunstancias distintas si es que el partido en que militan o simpatizan no consigue ganar los comicios presidenciales.
La advertencia lanzada por el candidato presidencial panista, Ricardo Anaya Cortes, que lleva además el respaldo de PRD y MC, conlleva a la posibilidad de que el Presidente Enrique Peña Nieto sea sometido a investigación y juicio, si el ex dirigente nacional del PAN gana los comicios el primero de julio.
El tema de la corrupción ha permeado entre los ciudadanos que acudirán a las urnas, por lo que los tres principales candidatos presidenciales lo traen en su agenda como uno de sus temas principales o, tal vez, el principal de todos, incluso por encima de violencia e inseguridad.
De ahí que el abanderado del PRI (que no priista), José Antonio Meade Kuribreña, insistió en su discurso del 89 aniversario del partido tricolor en que no habrá tregua alguna y sin distingo de partido se actuará en contra de los infractores de la ley, sin importar la militancia o ideología política de los mismos.
Eso sí se guardó de aclarar si habría borrón y cuenta nueva y se actuaría en contra de los que cometan ilícito en su administración, si es que gana, o sería retroactivo investigando la gestión presidencial de Enrique Peña Nieto.
Quien sí lanzó con todo fue el panista Ricardo Anaya, quien manifestó que si él gana la Presidencia de la República, se acabarían los intocables, incluido Enrique Peña Nieto.
El tema de la corrupción arreció la campaña entre priista y panistas, donde ya se incluyen ambos candidatos presidenciales.
Lo interesante de eso es que el domingo fue el 89 aniversario de la fundación del PRI (antes PNR y PRM), día escogido para el relanzamiento de la campaña de Meade Kuribreña, por lo que fue el único orador en el evento, para atraer todos los reflectores y resulta que los medios dieron mayor importancia a la declaración de Ricardo Anaya pidiendo al Presidente saque las manos del proceso electoral.
Para colmo de males a José Antonio Meade se le cruzó en el camino la colección de reconocimientos de la estatuilla Oscar para las películas La Forma del Agua y Coco, así como las distinciones otorgadas al director de cine, Guillermo del Toro, las que atrajeron la atención.
Con todo y ello, el candidato del PRI muestra mayor soltura en sus discursos y trata de ser más terrenal y hasta se da el lujo de pedir al panista Anaya Cortés “no sea rajón” y asuma sus responsabilidades.
El asunto del supuesto lavado de dinero por parte de Anaya Cortés, mantiene el tema caliente, aunque de acuerdo con especialistas en los temas de campañas, aseguran que no ha pegado en la línea de flotación del aspirante presidencial y sí lo victimiza y mantiene en la disputa por los votos ciudadanos.
Hay quienes ven benéfica la ofensiva en contra del candidato panista, de la que, afirman, saldrán bien librado y mejor posicionado, listo para trata de alcanzar al candidato puntero, Andrés Manuel López Obrador.
Consideran que flaco favor le hacen al joven candidato y que él estira la liga a lo más que se pueda, para mostrar que es víctima de difamación por parte del gobierno federal.
ROBERTO SANDOVAL EN LA MIRA
Desde que su fiscal fuera detenido en Estados Unidos, el entonces gobernador de Nayarit, Roberto Sandoval Castañeda, fue puesto en la mira de las autoridades y se le iniciaron investigaciones sobre la procedencia de su enorme fortuna.
Ranchos, ganado de todo tipo y dispendios al por mayor aparecieron en la gestión de Sandoval, quien no las tuvo todas consigo en su gobierno y hasta sospechas de colusión y asociación con su fiscal pesan sobre él.
El gobernador de Nayarit navegaba en el turbulento mar de la política e intentó sembrar a su sucesor al gobierno del estado, aunque desde su partido le enviaron al candidato, quien sucumbió ante el abanderado panista Antonio Echevarría García, hijo del ex gobernador Antonio Echevarría Domínguez, quien gobierna actualmente Nayarit.
Las sospechas sobre Sandoval llevaron a que le fueran decomisados un rancho donde se dedicaba a la cría de caballos pura sangre, así como el edificio de una fundación.
Sin embargo, el Congreso de Nayarit aprobó la celebración de un juicio político por el presunto desvío de más de dos mil 700 millones de pesos, por manejo indebido de recursos públicos, enriquecimiento ilícito, encubrimiento y cohecho.
Sandoval Castañeda se une al grupo de ex gobernadores priistas que recién dejaron los cargos fueron sometidos a juicio y se encuentran en prisión.
Email: ramonzurita44@hotmail.com

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