EL SILENCIOSO MANLIO

Pocos de los políticos con aspiraciones futuras pueden sentirse satisfechos con los resultados del proceso electoral del pasado cuatro de julio como lo está el coordinador senatorial del PRI, Manlio Fabio Beltrones.
En una misma jornada, las circunstancias le acomodaron las piezas de su ajedrez político, permitiéndole un reposicionamiento con rumbo a la gran elección del dos mil doce.
Tres candidatos a gobernadores ganadores sumados a su grupo, dos adversarios internos bajados de la carrera presidencial y otro más, que le hacía sombra a su socio, descalificado de la disputa por la dirigencia nacional del partido.
Es decir, sin hacer grandes aspavientos, en forma silenciosa y gradual Manlio Fabio queda como el único que podría disputarle la candidatura presidencial de su partido a Enrique Peña Nieto.
Claro que entre uno y otro hay una distancia abismal, ya que el mexiquense continúa siendo el prospecto presidencial con mayor puntaje en encuestas sondeos y muestreos, dentro y fuera de su partido.
Sin embargo, en el caso particular de Beltrones, el senador estaba por debajo de los otros competidores de su partido, Fidel Herrera Beltrán y Beatriz Paredes Rangel, ambos magullados por el tráiler que chocó con su carro completo y que mantiene en predicamento el presupuestado arrollador triunfo de Javier Duarte de Ochoa en Veracruz y que canjeó tres gubernaturas de las importantes por un tercio de las menos representativas, en un trueque malo para el tricolor.
Pero si a Beatriz y a Fidel, las cosas no les salieron como esperaban, a Manlio Fabio sí.
Tres de los candidatos triunfadores pertenecen al no tan amplio grupo político del ex gobernador de Sonora, con el que mantienen nexos cercanos: Mariano González Zarur, Carlos Lozano de la Torre y Mario López Valdez.
Los dos priistas y el neoaliancista, ganaron sin pasar grandes apuros en los estados de Tlaxcala, Aguascalientes y Sinaloa, respectivamente y sus victorias no forman parte de las cuestionadas que habrán de dirimirse en tribunales electorales.
Indirectamente, el triunfo de César Duarte en Chihuahua es otro buena noticia para Beltrones, ya que pertenece al grupo de Gamboa Patrón.
Es cierto que Mariano no es un fruto sembrado en el huerto de Manlio Fabio, pero si en el de Emilio Gamboa Patrón su aliado de siempre y con quien se distanció en 1999, cuando tomaron caminos diferentes, el uno apoyando a Roberto Madrazo Pintado y el otro a Francisco Labastida Ochoa en la contienda interna.
Ahora, reunidos nuevamente en torno a un proyecto, Gamboa y Beltrones fueron los grandes impulsores de Mariano y los que convencieron a Beatriz Paredes Rangel de proyectarlo nuevamente a la candidatura al gobierno de Tlaxcala, pero ahora si respaldado por la ex gobernadora.
Lozano es desde siempre un aliado de Beltrones, por lo que este igualmente intervino ante Beatriz para que lo dejara pasar como candidato y no interpusiera en la ruta a la ex diputada federal, Lorena Martínez, quien salió triunfadora en el ayuntamiento de Aguascalientes.
Donde no pudo torcerles la mano Manlio a sus compañeros fue en Sinaloa, donde privaron otras voluntades y Mario López Valdez (Malova) fue dejado de lado, por lo que optó por renunciar al PRI y encabezar una alianza de partidos, sin militar en ninguno de ellos y sin romper con Manlio.
Pero si con esos logros, cualquier político se podría dar por satisfecho, los resultados electorales le despejaron el camino a la dupla Manlio-Gamboa para el acaparamiento de todos los cargos de dirigencia partidista.
Ulises Ruiz Ortiz se perfilaba como el adversario que tendría que enfrentar Emilio Gamboa Patrón en su tránsito a la presidencia nacional del PRI. Hoy, Ulises se encuentra sumamente debilitado como para intentar algo y le deja el camino despejado a Gamboa para que cubra el trámite y asuma la presidencia del CEN del PRI en los inicios del año próximo.
Con la asunción de Gamboa, Manlio cerraría el círculo donde ya tiene ubicados al propio Emilio en la CNOP, Canek Vázquez como dirigente nacional juvenil, Marco Bernal en la presidencia de la Fundación Colosio, Alberto Cano Vélez en la presidencia del Colegio Nacional de Economistas y mantiene latente la posibilidad de que con su respaldo Adolfo Toledo se convierta en dirigente nacional del sector campesinos (CNC) del PRI.
¿Falta algo más?

*Si algo sabe Miguel Ángel Yunes Linares es como sacar de concentración a sus adversarios, desquiciarlos y moverlos a que entren a su terreno, lo que ejecuta muy bien.
Por eso, sería un grave error por parte de Javier Duarte de Ochoa intentar entrar en discusiones públicas o debates con su adversario o buscar descalificarlo públicamente.
En ese terreno Yunes aventaja a Duarte, por lo que el PRI deberá limitarse a mostrar las pruebas de su triunfo, esperar a conocer el veredicto de las autoridades electorales y promover los proyectos que habrá de realizar en su administración, si es ratificado su triunfo.
Yunes, por el contrario busca exasperar al gobernador Fidel Herrera, al que le tiene tomada la medida y al que insulta en forma constante, llamándole “hampón” y “deshonesto”, entre otros calificativos.

*Enloquecidos y ensoberbecidos por los triunfos de sus candidatos en los comicios del pasado domingo, los dirigentes del PAN y PRD, analizan la posibilidad de ir de la mano, nuevamente, el año próximo.
Estado de México, es la joya preciada de los proceso del año próximo y los panistas parecen haber encontrado en Josefina Vázquez Mota la candidata idónea, alrededor de la que giraría la elección.
En reciprocidad por ello, los panistas dejarían las candidaturas de Guerrero, Baja California Sur y Nayarit a sus socios, mientras que en Coahuila, entrarían en debate sobre a quién habrán de privilegiar.
De prosperar la alianza en Coahuila, les estarán despejando el camino para el que sería el candidato natural del PRI, Rubén Moreira Valdez.

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