Miguel Ángel Mancera llega al gobierno del Distrito Federal con una serie de innovaciones y propuestas que desea plasmar en el terreno de la realidad, pero también con revivir otras que se han quedado rezagadas.
Platicamos con él, durante un vuelo compartido de hora y cuarto entre Toluca y Tuxtla Gutiérrez, en el que nos reveló a una cuarteta de periodistas sus ideas sobre la forma de gobernar la ciudad más poblada del país y la segunda o tercera del mundo.
Entre sus ideas se encuentra la de invitar al presidente de la república para que lo acompañe en una gira de trabajo por la ciudad de México y lo hará como parte de la inauguración de una de las tantas obras públicas que pretende realizar durante su administración.
Explicó que el escudo centro, es una innovación platicada con los gobernadores de Puebla, Estado de México, Morelos, Hidalgo y se pretende, mediante este sistema intercambio de información en forma fluida, con innovaciones que permitan prevenir y atajar a tiempo los delitos y blindar a las entidades de la delincuencia organizada.
Aglutina a las entidades consideradas vecinas de la ciudad de México, con el que se realizará una plataforma común de intercambio de información, vigilancia y trabajo conjunto, que permita a la zona convertirse en la más segura del país.
No hay distingo de colores entre los participantes, dijo Mancera, precisando, ya que entre los gobiernos participantes hay gobiernos emanados de la izquierda (el suyo), derecha (PAN) y centro (PRI)
Pero al mismo tiempo se mantendrán vigentes los acuerdos con el eje de gobernadores de izquierda, establecido con los mandatarios de Guerrero, Morelos y Distrito Federal, aunque se pretende ampliar a Oaxaca, con pretensiones similares.
Mancera comentó que no existió negociación alguna con las diferentes tribus que componen los partidos que lo postularon como candidato al gobierno del Distrito Federal y contó con la libertad suficiente para designar a los personajes que creyó idóneos para ocupar los distintos cargos dentro de su gabinete formal.
Rechazó que existieran presiones de las tribus perredistas, de los dirigentes del PT y Movimiento Ciudadano o, incluso de Morena, dentro de la composición del gabinete, aunque después que se conoció si las hubo.
El único que se atrevió a preguntar antes si estaba considerado fue Martí Batres y se le dijo que no, pero hasta ahí, reveló Mancera.
Dentro de los propósitos de Mancera está revivir algunos de los conceptos dejados de lado dentro del programa del alcoholímetro, entre los que se ubican el sistema de puntaje, con la cancelación de la licencia cuando los conductores infrinjan los reglamentos, como constante.
LAS EVOCACIONES DE CHUAYFFET
Sorprendente las revelaciones del secretario de Educación Pública, Emilio Chuayffet Chemor, de que no existen censos reales sobre el número de maestros y escuelas con las que se cuenta en el país.
El desorden es grande y nadie parece haberle puesto interés en los años recientes a la situación educativa, en ninguno de los ángulos que le corresponden.
Algunos tratan de responsabilizar a la dirigencia magisterial que encabeza Elba Esther Gordillo, sin tomar en cuenta que las autoridades educativas se hicieron de lado en su responsabilidad.
Desde los tiempos presidenciales de Ernesto Zedillo, los secretarios de Educación Pública decidieron dejar pasar todo, sin atender que la ahora tan recurrente frase de rectoría del Estado les correspondía a ellos.
Fausto Alzati ni siquiera tuvo tiempo de acomodarse en su silla, Miguel Limón Rojas, pasó sin pena ni gloria por la dependencia; Reyes Tamez Guerra se sujetó a los preceptos sindicales; Josefina Vázquez Mota, vivió enfrentada con la dirigencia magisterial; Alonso Lujambio Irazábal caminaba bien, pero se distrajo en buscar una nominación que nunca llegó y José Ángel Córdova, solamente llegó a calentar la silla.
Chuayffet Chemor pretende regresar al esplendor de la rectoría del Estado y para ello no se anda con contemplaciones en esconder las deficiencias que se tienen en la materia.
Solamente algo debe cuidar el mexiquense y es olvidarse en las evocaciones de Jesús Reyes Heroles que ya empieza a usar de nuevo.
En el pasado reciente, Chuayffet Chemor parecía ausente de discurso o de ideas propias, ya que todas sus referencias eran sobre frases hechas o adoptadas por el tuxpeño que hoy revive en la memoria de quien se auto llama discípulo preferido.
ARROYO PRESIDENTE DE DIPUTADOS
Francisco Arroyo Vieyra, del PRI, fue electo como nuevo presidente de la mesa directiva de la Cámara de Diputados, posición que ocupaba el hoy miembro del gabinete Jesús Murillo Karam.
Arroyo es uno de los pocos diputados conocedores a fondo de los reglamentos y se confía en una buena conducción de los trabajos camerales.
Venía desempeñando el cargo de vicepresidente como lo había hecho en el Senado de la República y en la propia Cámara de Diputados en las varias ocasiones en que fungido como legislador.
Siempre aspirante al gobierno de Guanajuato, estado que su partido no gobierna desde hace 21 años, Arroyo se convirtió en un experto en cuestiones del legislativo y en uno de los principales operadores de Manlio Fabio Beltrones, con el que ha hecho mancuerna en distintas épocas.
Con esto el control de la fracción priista en San Lázaro queda en manos del sonorense Beltrones, quien ha mostrado eficacia en los trabajos encomendados, sacando avante cada uno de ellos.
Antes de ello Jesús Murillo Karam (hoy Procurador de la República) compartía espacios de poder con Manlio, ya que resultaba ser el personaje cercano al presidente electo EPN.
Hoy, no hay quien represente ese papel, pero ni necesidad hay de ello, ya que Manlio cumple con su tarea en forma eficaz y en constante comunicación con el hoy Ejecutivo federal.
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