No son pocos los que consideran que Gabriel Quadri de la
Torre fue la gran revelación del debate sostenido por los cuatro candidatos
presidenciales.
Fue el único que no atrajo ataques de sus adversarios y,
por lo tanto, tuvo todo el tiempo del mundo para hacer sus propuestas, sin
desviarse en responder los obuses de los candidatos de los otros partidos.
Sus propuestas, fueron escuchadas y, algunas,
consideradas como probables de realizar desde el gobierno federal.
De los cuatro candidatos presidenciales, era el menos
conocido y por eso resultó una sorpresa –agradable para la mayoría- el verlo
desenvolverse en el primero de los dos debates que sostendrán los aspirantes presidenciales
antes de la fecha del primero de julio.
El candidato presidencial de Nueva Alianza mostró
soltura, facilidad de palabra, entereza y hasta algo de sarcasmos y sorna en
sus intervenciones.
Se mostró socarrón, porque ninguno de los otros tres
contendientes lo tomó en cuenta para descalificarlo y ni siquiera su mentora
(Elba Esther Gordillo) fue tocada con el pétalo de una mención.
Quadri sobrevivió al debate con su manejo del lenguaje y
sus cartas credenciales que lo acreditan como maestro y experto en los temas
que maneja. Todo le salió bien en este primer encuentro con Josefina Vázquez
Mota, Enrique Peña Nieto y Andrés Manuel López Obrador.
Si acaso en algo se equivocó, pero que finalmente le
sirvió también, fue el atuendo, ya que parecía empleado de una empresa funeraria,
lo que generó comentarios mordaces algunos, pero que fijaron la atención en su
persona.
Quadri resultó para algunos el ganador del debate y se
prevé que en los próximos días su popularidad se acreciente y logre remontar la
desventaja que lleva ante los otros tres contendientes.
El candidato de Nueva Alianza podría crecer dos o tres
puntos porcentuales en las siguientes semanas, según consideraciones, con lo
que, de celebrarse los comicios en estas fechas, podría mantener el registro
del partido que lo postula.
Sin embargo, esto puede ser simplemente una ilusión
óptica y su maravilloso crecimiento podría desplomarse conforme se acerque la
fecha de la elección, prevista para el primero de julio.
No es la primera ocasión en que el candidato menos
conocido sufre de un súbito crecimiento en el debate, ya que no atrae la
atención de los otros contendientes y se maneja libremente, provocando sorpresa
entre quienes no ubicaban en el escenario político.
Quadri viene a representar en la actualidad lo que en el
pasado fue Gilberto Rincón Gallardo, propuesto a la Presidencia de la República
por el Partido Social Demócrata, conocido como el partido de la rosa.
En aquel entonces –año dos mil-, Rincón Gallardo, un
viejo militante del Partido Comunista, del que se había desligado después de
convertirse en PRD, fue advertido como un polemista congruente y propositivo.
Los elogios a su persona cayeron en cascada, luego de
descubrirlo como un político atractivo para los electores.
Se consideraba que el registro de su partido estaba
asegurado y que habría partido de la rosa durante mucho tiempo.
Sin embargo, el dos de julio, los electores opinaron otra
cosa, ajena a lo que marcaban las encuestas y el PSD no alcanzó siquiera el
registro para continuar como partido, ya que ni el mínimo requerido fue
logrado.
Otra sorpresa para los ciudadanos fue ver a Patricia
Mercado Castro, una mujer emprendedora luchadora, propositiva y entrona para el
debate.
Su participación fue notoria en el debate del 2006 y jaló
un gran número de seguidores, no solamente por la inteligencia de sus conceptos,
sino por tratarse, además, de una mujer atractiva.
Se conjuntaron carisma, inteligencia y atractivo físico
en una candidata que se consideró alcanzaría, sin problemas, el registro
definitivo del mismo partido que había postulado a Rincón Gallardo seis años
antes.
El resultado del dos de julio del 2006 mostró otra cosa,
las simpatías en favor de Mercado Castro se desvanecieron y su partido fue
eliminado de las contiendas, aunque ahora si alcanzó representación
legislativa, tanto en la Cámara de Diputados como en la ALDF.
Como sucedió con Rincón Gallardo, después del proceso
electoral del 2000, Mercado Castro, se apagó políticamente, aunque a diferencia
de Gilberto Rincón Gallardo, ella no aceptó ninguna oferta para formar parte de
gobierno alguno.
Con Gabriel Quadri parece repetirse el fenómeno, de su
crecimiento exponencial, y de que los sondeos y encuestas le auguran un final
feliz como candidato presidencial, con la conservación del registro definitivo
del Partido Nueva Alianza.
Sin embargo, los ejemplos anteriores no deben ser
descuidados y la creciente popularidad lograda por Gabriel Quadri el seis de mayo
podría no significar nada para los electores que hoy lo ven como atractivo.
Los ejemplos están a la vista y bien haría el candidato
de Nueva Alianza en no confiarse con que el debate fue su plataforma de
lanzamiento hacia mejore horizontes.
REPROBADO EL IFE
El asunto de la edecán no el único que muestra las
deficiencias del IFE como organizador de los debates presidenciales.
Fue lamentable y patético lo acartonado del debate,
aunque es parte le corresponde a los partidos que decidieron aprobarlo de esa forma.
Donde el IFE mostró el cobre fue con lo equivocado de la
producción, entregando esta a un particular y desatendiéndose de ello.
Acaso nadie se dio cuenta del atuendo de la edecán o
todos estaban maravillados con su escote y sus formas, por lo que no se
atrevieron a pedir un cambio de vestuario.
El manejo de cámaras fue sumamente lamentable y aunque el
debate produjo curiosidad entre el auditorio, las fallas de mismo pueden echar
abajo la atención ciudadana para el segundo debate.
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