Se sintieron populares y confirmaron que no lo son.
Unos comprobaron desde un principio que no lo eran, otros lo resintieron y, tal vez, por eso recurrieron a artimañas y trampas.
La pregunta es simple, a qué se debe que diversos personajes obtuvieron, cumpliendo todos los requisitos, sus candidaturas a gobernador, senadores y diputados federales, por la vía independiente.
Podría decirse que ellos actuaron con mayor honestidad y que los aspirantes presidenciales, principalmente, y los de Jefe de Gobierno de la CDMX, no lo hicieron y procedieron de manera fraudulenta y sabedores de lo que hacían sus colaboradores.
Manuel Colutiher, Pablo Salazar y muchos otros obtuvieron, sin grandes complicaciones el aval para participar como candidatos independientes, mientras que Jaime Rodríguez Calderón (El Bronco) y Armando Río Piter (El Jaguar), vieron frustradas sus aspiraciones presidenciales.
Habrá sido su naturaleza animal la que les generó los apodos o simple vanidad, la que provocó su recurrencia a las trampas.
Desde que inició la campaña de recolección de firmas de 48 aspirantes a candidatos presidenciales independientes, se alertó sobre posibles trampas en que incurrían algunos de ellos.
Uno de los participantes, Pedro Ferriz de Con, anticipó el uso fraudulento de la recolección de firma por varios de los contendientes. Recurrió a varias instancias, tanto públicas como privadas.
Presentó recursos de inconformidad y acudió a diversos espacios noticiosos y recibió descalificaciones de todo tipo.
Había una razón fundamental para ello, Feriz de Con, un ex conductor de noticiarios no crecía en la forma que esperaba.
Durante años fue cabeza de un noticiario de radio y confiado en ello procedió a anunciar su intención de ser candidato independiente.
Ferriz de Con era protagonista de diversos escándalos, tanto en su vida personal como pública y su fama se debatía entre los zafarranchos personales y su larga trayectoria como conductor de noticias.
Tres años antes había sido despedido de su espacio noticioso y adujo que se trataba de coartar su libertad de expresión.
En ese tiempo se ventilaron algunos asuntos personales que afectaron su vida privada.
Dedicado a ofrecer conferencias, Ferriz de Con fue cuestionado en algunas ocasiones sobre su vida personal y respondía de forma grosera y altanera.
En su vida de conductor de noticias, le gustaba otear sobre la vida de otras personas, pero mostraba indignación cuando era cuestionado sobre la suya, que ya se había ventilado en diversos sitios.
A ello se le añadía lo difícil que le resultaba recabar las firmas necesarias y en cada corte semanal se veía su lejanía de los punteros.
Pedro creía que su sola mención le generaría adeptos por cientos y confirmó que la fama es efímera y por su desconocimiento de la actividad política le resultaba sumamente áspera la ruta.
Por eso cuando inició su caza de los otros aspirantes se consideró que se trataba de simples argumentos sin base alguna y que respondía de esa forma a su falta de carisma para agredir a sus adversarios.
Ferriz de Con atizaba lo mismo a Margarita Zavala que a Jaime Heliodoro Rodríguez y a Armando Ríos Piter, ya que los restantes aspirantes, incluida María de Jesús Patricio Martínez, se iban quedando rezagados.
La argumentación de Ferriz de Con era la misma que aplicó finalmente el Instituto Nacional Electoral, las firmas provenían de copias, duplicaciones y otras triquiñuelas.
Ahora que le cancelaron la posibilidad de registro al norteño y al guerrerense, se ve parte de la razón que tenía Ferriz, aunque también aduce que Margarita recurrió a diversas trampas.
Y es que conscientes de la ocasión histórica que se presentaba surgieron muchos aspirantes a la candidatura presidencial, los que debían llenar dos requisitos principales, poco menos de 900 mil firma de apoyo y la dispersión de esas firman en cuando menos 17 entidades del país en que debían concentrar un uno por ciento, mínimo, de esas firmas.
El conteo y seguimiento que se hacía de ellos daba como seguro que, al menos, Margarita Zavala, Jaime Heliodoro y Ríos Piter, obtendrían el aval de las autoridades.
No sucedió así y la historia es ampliamente conocida, la ex panista consiguió el registro, lo que no alcanzaron el ex priista ni el ex perredista.
Sabría “El Bronco” que estaba actuando de mala forma y que no lograría el registro, ya que en Nuevo León solicitó una licencia temporal a su cargo de gobernador, mismo que termina el día de los comicios federales y no pidió licencia definitiva para ausentarse del cargo.
Eso da idea que no confiaba en su supuesta popularidad y que estaba seguro que regresaría para terminar en el cargo que había juramentado y del que aseguraba no saldría hasta terminar su período.
Con Ríos Piter llamó poderosamente la atención que de un crecimiento insignificante en la recolección de firma diera un salto gigantesco y se pusiera al mismo nivel que los otros dos (Margarita y Jaime) y hasta compitiera con ellos en el número de afiliados.
Algo que casi nadie notó es que su principal promotor lo había dejado solo con mucha anticipación.
Jorge G. Castañeda había sido el destapador oficial del Jaguar e incluso con un albazo se había manifestado a su favor y de pronto ya aparecía entre los posibles reemplazos del candidato de la alianza del PAN, PRD y MC, Ricardo Anaya Cortés.
Al final del camino de los aspirantes independientes, solo habrá que preguntar, son tramposos, deshonestos o simples desconocedores de la mecánica impuesta por las autoridades.
La pregunta es simple, a qué se debe que diversos personajes obtuvieron, cumpliendo todos los requisitos, sus candidaturas a gobernador, senadores y diputados federales, por la vía independiente.
Podría decirse que ellos actuaron con mayor honestidad y que los aspirantes presidenciales, principalmente, y los de Jefe de Gobierno de la CDMX, no lo hicieron y procedieron de manera fraudulenta y sabedores de lo que hacían sus colaboradores.
Manuel Colutiher, Pablo Salazar y muchos otros obtuvieron, sin grandes complicaciones el aval para participar como candidatos independientes, mientras que Jaime Rodríguez Calderón (El Bronco) y Armando Río Piter (El Jaguar), vieron frustradas sus aspiraciones presidenciales.
Habrá sido su naturaleza animal la que les generó los apodos o simple vanidad, la que provocó su recurrencia a las trampas.
Desde que inició la campaña de recolección de firmas de 48 aspirantes a candidatos presidenciales independientes, se alertó sobre posibles trampas en que incurrían algunos de ellos.
Uno de los participantes, Pedro Ferriz de Con, anticipó el uso fraudulento de la recolección de firma por varios de los contendientes. Recurrió a varias instancias, tanto públicas como privadas.
Presentó recursos de inconformidad y acudió a diversos espacios noticiosos y recibió descalificaciones de todo tipo.
Había una razón fundamental para ello, Feriz de Con, un ex conductor de noticiarios no crecía en la forma que esperaba.
Durante años fue cabeza de un noticiario de radio y confiado en ello procedió a anunciar su intención de ser candidato independiente.
Ferriz de Con era protagonista de diversos escándalos, tanto en su vida personal como pública y su fama se debatía entre los zafarranchos personales y su larga trayectoria como conductor de noticias.
Tres años antes había sido despedido de su espacio noticioso y adujo que se trataba de coartar su libertad de expresión.
En ese tiempo se ventilaron algunos asuntos personales que afectaron su vida privada.
Dedicado a ofrecer conferencias, Ferriz de Con fue cuestionado en algunas ocasiones sobre su vida personal y respondía de forma grosera y altanera.
En su vida de conductor de noticias, le gustaba otear sobre la vida de otras personas, pero mostraba indignación cuando era cuestionado sobre la suya, que ya se había ventilado en diversos sitios.
A ello se le añadía lo difícil que le resultaba recabar las firmas necesarias y en cada corte semanal se veía su lejanía de los punteros.
Pedro creía que su sola mención le generaría adeptos por cientos y confirmó que la fama es efímera y por su desconocimiento de la actividad política le resultaba sumamente áspera la ruta.
Por eso cuando inició su caza de los otros aspirantes se consideró que se trataba de simples argumentos sin base alguna y que respondía de esa forma a su falta de carisma para agredir a sus adversarios.
Ferriz de Con atizaba lo mismo a Margarita Zavala que a Jaime Heliodoro Rodríguez y a Armando Ríos Piter, ya que los restantes aspirantes, incluida María de Jesús Patricio Martínez, se iban quedando rezagados.
La argumentación de Ferriz de Con era la misma que aplicó finalmente el Instituto Nacional Electoral, las firmas provenían de copias, duplicaciones y otras triquiñuelas.
Ahora que le cancelaron la posibilidad de registro al norteño y al guerrerense, se ve parte de la razón que tenía Ferriz, aunque también aduce que Margarita recurrió a diversas trampas.
Y es que conscientes de la ocasión histórica que se presentaba surgieron muchos aspirantes a la candidatura presidencial, los que debían llenar dos requisitos principales, poco menos de 900 mil firma de apoyo y la dispersión de esas firman en cuando menos 17 entidades del país en que debían concentrar un uno por ciento, mínimo, de esas firmas.
El conteo y seguimiento que se hacía de ellos daba como seguro que, al menos, Margarita Zavala, Jaime Heliodoro y Ríos Piter, obtendrían el aval de las autoridades.
No sucedió así y la historia es ampliamente conocida, la ex panista consiguió el registro, lo que no alcanzaron el ex priista ni el ex perredista.
Sabría “El Bronco” que estaba actuando de mala forma y que no lograría el registro, ya que en Nuevo León solicitó una licencia temporal a su cargo de gobernador, mismo que termina el día de los comicios federales y no pidió licencia definitiva para ausentarse del cargo.
Eso da idea que no confiaba en su supuesta popularidad y que estaba seguro que regresaría para terminar en el cargo que había juramentado y del que aseguraba no saldría hasta terminar su período.
Con Ríos Piter llamó poderosamente la atención que de un crecimiento insignificante en la recolección de firma diera un salto gigantesco y se pusiera al mismo nivel que los otros dos (Margarita y Jaime) y hasta compitiera con ellos en el número de afiliados.
Algo que casi nadie notó es que su principal promotor lo había dejado solo con mucha anticipación.
Jorge G. Castañeda había sido el destapador oficial del Jaguar e incluso con un albazo se había manifestado a su favor y de pronto ya aparecía entre los posibles reemplazos del candidato de la alianza del PAN, PRD y MC, Ricardo Anaya Cortés.
Al final del camino de los aspirantes independientes, solo habrá que preguntar, son tramposos, deshonestos o simples desconocedores de la mecánica impuesta por las autoridades.
Email: ramonzurita44@hotmail.com
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