viernes, 2 de julio de 2010

HORA CRUCIAL

El clima político no es el más adecuado, pero la fecha estaba fijada con bastante antelación y el domingo habrán de celebrarse los más polémicos comicios de los últimos años.
Un candidato a gobernador fue asesinado, varios aspirantes postulados a ayuntamientos también fueron víctimas de la violencia, una serie de filtraciones de grabaciones de gobernantes y candidatos, mostraron la fragilidad de los políticos y lo propensos que son a mantenerse entre la delgada línea de la legalidad y la de la ilegalidad, además de los varios candidatos que renunciaron para respaldara otros de los candidatos.
Será la primera ocasión en que un paquete con tantos gobiernos estatales (12) en juego se realice en una misma jornada electoral, por lo que fue necesario adecuar las legislaciones estatales, en un esfuerzo por evitar el desgaste que provocan tantos comicios sueltos que año con año se han realizado en México.
De los doce estados en disputa, nueve son gobernados por el PRI, dos por el PAN y uno más por el PRD y en la rebatinga ocasionada por tantos candidatos y partidos contendientes, los más de ellos agrupados alrededor de los dos principales partidos políticos del país, el PAN que gobierna a nivel federal y el PRI que mantiene en su poder 19 gobiernos estatales y una mayoría en la Cámara de Diputados federal.
Lo curioso de este proceso del domingo cuatro de julio es que los tres gobiernos estatales donde el PRI es actualmente oposición, parecen estar de vuelta para ser administrados por los candidatos del partido tricolor y, en cambio, dos estados gobernados por el PRI son amenazados de ser gobernados por las amplias coaliciones opositoras formadas por la izquierda y la derecha.
En este cruzamiento de alianzas, donde las ideologías pasaron a formar parte de la historia, dos partidos se sobresalen de los demás por sus alianzas con Dios y con el Diablo.
Nueva Alianza es un partido que solamente en Oaxaca presentó candidato propio, Irma Piñeyro, la que finalmente renunció y se alió con la alianza opositora al PRI, mientras que en las demás entidades se alió con el PRI o con el PAN, según fuese el caso.
Chihuahua, Quintana Roo, Tamaulipas, Sinaloa, Aguascalientes, Hidalgo Durango y Zacatecas, son estados en donde va coaligado con los candidatos del PRI; Veracruz y Tlaxcala, son entidades en que el PANAL va en alianza con Acción Nacional y solamente en Puebla forma parte de la gran coalición electoral formada con el PAN, PRD y Convergencia.
El PT es el otro organismo político que buscó colgarse de los partidos grandes, sin importar si son de derecha, centro o izquierda y que en algunos estados irá con candidatos propio. En Chihuahua, el Partido del Trabajo respalda al candidato del PRI, mientras que Oaxaca y Sinaloa son las únicas entidades en las que formó parte de la mega alianza concretada entre PAN, PRD y Convergencia.
Para Puebla los del PT presentaron candidato propio, al igual que en Zacatecas, Puebla, Sinaloa, Durango (renunció de última hora) y Tamaulipas. En Quintana Roo se quedaron sin candidato de izquierda, al estar sujeto a proceso penal, mientras que en Tlaxcala, la candidata que apoyaba la izquierda renunció y en Veracruz respaldan al candidato de Convergencia.
Lo curioso de esto es que todos los candidatos con posibilidades de triunfo o son militantes del PRI o lo fueron hasta principios de año y renunciaron a ella para convertirse en candidatos aliancistas o un poco más en el pasado formaron parte de la militancia tricolor.
Gabino Cué Monteagudo el candidato promotor de las alianzas entre derecha e izquierda formó parte del partido tricolor hasta el inicio del nuevo siglo, aunque ahora es militante de Convergencia.
Rafael Moreno Valle pertenece ahora al Partido Acción Nacional, pero fue hasta finales del sexenio pasado cuando dejó la militancia priista y se convirtió en candidato al Senado de la República, venciendo a sus antiguos compañeros, especialmente a su protector Melquíades Morales Flores, bajo cuyo gobierno creció políticamente.
Mario López Valdez renunció a su militancia priista para poder contender como candidato de la alianza PAN, PRD, Convergencia, PT, en Sinaloa, luego de que el PRI le cerró las puertas a la misma candidatura.
Estos tres personajes, senadores de mayoría, por cierto, son los que mayores posibilidades tienen de arrebatarle al PRI una porción del pastel en juego.
Y es que hasta hace quince días, se advertía a un PRI sólido, con candidatos mejor posicionados que sus adversarios, algunos con amplia diferencias, las que se han ido cerrando conforme se acerca la fecha de la elección.
El asesinato de candidatos (el del abanderado del PRI al gobierno de Tamaulipas resultó el más sonoro), las filtraciones de conversaciones telefónicas de algunos gobernadores, la guerra sucia desatada entre los partidos políticos, las presiones que se ejercen sobre el electorado, la propia desidia de los ciudadanos y la renuncia de candidatos unos días antes de la elección, han dado un vuelco en los números, aunque no de grandes consideraciones.
Pero si en estos tres estados es donde se genera la disputa más cerrada no serán los únicos que tendrán como ruta de tránsito los tribunales electorales, los locales y el federal.
Se considera que además de esos estados, Veracruz, Aguascalientes, Hidalgo, Tlaxcala, Quintana Roo, Zacatecas y Durango, sin importar el nombre del partido que gane ni las diferencias entre vencedor y vencido, tendrán sus propias batallas poselectorales.
Tamaulipas es la única entidad que se aprecia libre de esos conflictos en tribunales, aunque, tal vez, por no dejar sea llevada la elección por el mismo rumbo.

*Baja California y Chiapas, son las entidades olvidadas de este paquete electoral, ya que ellos no eligen gobernador, aunque la disputa entre PAN y PRI en el primero de los estados es histórica. Chiapas es una entidad repartida en tercios, con el PRD como partido estrella al mantener el gobierno estatal y el de la capital.

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