jueves, 24 de mayo de 2012

YARRINGTON


Hace siete años, Tomás Yarrington era uno de los grandes puntales del PRI, hoy su partido se deslinda de él y hasta hay voces que piden su expulsión de ese partido.


Inmerso en una serie de acusaciones de lavado de dinero, el ex gobernador de Tamaulipas resulta una papa caliente para el partido que lo postuló a una diputación federal, una presidencia municipal y al gobierno de su entidad natal, pero que desde hace años prefirió no respaldarlo en otras búsquedas.
La fiscalía de Texas inició una investigación civil, sobre las propiedades del ex gobernador en ese estado, las que se presume fueron compradas con dinero ilícito, obtenido de las sumas millonarias que el narcotráfico le proporcionó.
Yarrington no está detenido, aun que sus propiedades fueron confiscadas, pero en México su partido lo sometió a juicio sumario y los deslindes se hicieron rápido por la vía del coordinador de la campaña presidencial, Luis Videgaray y del presidente del partido, Pedro Joaquín Coldwell.
El primero exhortó a Yarrington para que coopere con las autoridades, para que se esclarezcan los delitos que se le imputan, mientras que el dirigente nacional del partido tricolor pidió a la Comisión nacional de Justicia Partidaria para que sesione a la brevedad y proceda, de acuerdo a los estatutos, a la suspensión de los derechos de militancia del ex gobernador, mientras dure el juicio.
Con estas acusaciones, resulta ocioso conocer el porqué su partido se negó a postularlo en 2006 y 2012 al Senado de la República y en 2009 a la Cámara de Diputados, en los tres intentos que hizo Tomás por regresar a la política activa.
El hoy cuestionado ex gobernador formó parte del Grupo conocido como TUCOM (Todos Unidos contra Madrazo) y fue considerado como uno de los sólidos prospectos presidenciales que presentaba este partido para la contienda presidencial del 2006.
No consiguió su propósito, ya que el sondeo realizado para designar a un candidato de este grupo que pudiese arrebatar la candidatura al entonces dirigente nacional de su partido Roberto Madrazo Pintado, favoreció a Arturo Montiel Rojas.
Sin embargo, poco antes, Yarrington consiguió que su “delfín” Eugenio Hernández Flores fuese elegido gobernador de Tamaulipas, aunque una de las primeras decisiones del nuevo gobernante fue deslindarse de su antecesor.
Curiosamente, Hernández Flores es otro de los ex gobernadores del PRI que se encuentra en la mira de las autoridades, aunque no dejan de ser puras especulaciones las que circulan y nada concreto.
El caso de Tomás Yarrington no sorprendió a nadie, ya que desde hace meses se han filtrado una serie de señalamientos, donde lo menos que se dice es que su gobierno fue omiso para el combate a la delincuencia.
Circularon versiones de todo tipo, sin que sucediera nada, hasta que llegó la información de que el gobierno de Estados Unidos tomó cartas en el asunto y actuó en su contra, por una serie de propiedades que el ex gobernador tiene en ese país.
Y es que conforme se acerca los procesos electorales, desde las altas esferas gubernamentales y del partido en el poder se esparcen rumores y declaraciones sobre la inminente detención de militantes de otros partidos, vinculados a actos ilícitos.
Germán Martínez Cázares enderezó una campaña en contra del PRI desde la dirigencia nacional del PAN en 2009 y en 2010, el turno le correspondió a César nava Vázquez, sin que jamás se pudiese comprobar los dichos de uno y otro en torno a la supuesta asociación de los priistas con el crimen organizado.
Antes de eso, en 2006, el hoy diputado federal Arturo Zamora Jiménez fue víctima de filtraciones por parte de las autoridades en un intento por bajarlo del primer lugar en que se encontraba en las encuestas para el gobierno de Jalisco.
La estrategia funcionó y en un par de semanas perdió la ventaja que llevaba en las encuestas y la elección que quedó nuevamente en manos del PAN.
Sin embargo, los rumores han seguido esparciéndose por todos lados, en referencia a la supuesta lista de priistas contra los que se actuaría.
Entre ellos se ubican algunos que hoy son candidatos a cargos de elección popular como son los casos de Manuel Cavazos Lerma, Tamaulipas; Ismael Hernández Deras, Durango y Félix González canto, Quintana Roo, entre otros.
Pero también se mencionan los nombres de José Reyes Baeza, Chihuahua; Jesús Aguilar Padilla, Sinaloa; Mario Marín Torres, Puebla; Ulises Ruiz Ortiz, Oaxaca y Eugenio Hernández Flores, entre otros.
Y aunque la ofensiva en contra del ex gobernador priista proviene del extranjero, los dirigentes y militantes del PRI consideran que desde el gobierno federal se atizará en su contra, para intentar revertir la desproporcionada ventaja que lleva su candidato presidencial, Enrique Peña Nieto.

 SALTIMBANQUIS

Manuel Espino es la nueva figura política ajena al PRI que se suma a la candidatura de Enrique Peña Nieto y compromete su voto y el de sus seguidores.
Espino fue el dirigente nacional del PAN durante la campaña presidencial de Felipe calderón, aunque algunos consideran que fueron más los obstáculo que puso que la ayuda proporcionada.
Sancionado por su partido, por indisciplina y faltas, Espino intentó por todas las vías convertirse en candidato presidencial de ese partido, sin conseguirlo.
Explica que intentó conversar con la candidata de su partido, sin ser escuchado, situación que ocurrió con los equipos de López Obrador y Quadri, por lo que optó como opción la del priista Peña Nieto, quien fue el único con el pudo intercambiar puntos de vista sobre lo que debe ser el próximo gobierno.
Con todo y que se convirtió en un propagandista del candidato priista, Espino espera regresar en tres años al PAN, su partido original.

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