Las campañas presidenciales ya iniciaron formalmente y con ello, la guerra sucia de uno y otro lado, con intercambio de obuses.
Pasado el receso de la llamada Semana Santa, vino el reacomodo de fuerzas en algunos partidos, se reanudaron las conferencias de prensa, los posicionamientos de los partidos y las acusaciones saltan de uno a otro lado.
Los operadores políticos, los diseñadores de imagen y hasta los rumorólogos, comienzan a realizar su trabajo, los instrumentadores de las redes sociales aportan el suyo y la difusión circula alegremente por la internet.
Uno de los principales argumentos usados por panistas y priistas, es el referente al uso de la mentira como parte de las estrategias de campaña de uno y otro lado.
Los panistas fueron los primeros en abrir fuego, lanzando acusaciones contra el candidato presidencial del partido tricolor, al que acusaron de incumplimiento de algunas de los compromisos firmados en el Estado de México, los que incumplieron y los da por cubiertos en tiempo y forma.
Hasta un video hicieron con el asunto, donde tachan de mentiroso al abanderado del tricolor, lo que movió a los priistas a responder rápidamente y en el mismo tenor.
Los priistas aseguran que la candidata presidencial panista es quién miente, ya que en sus promocionales aporta cifras distantes de la realidad.
Los priistas aprovecharon las cifras dispares que proporcionan la candidata presidencial del blanquiazul y las que aporta el INEGI en relación a la instalación de pisos firmes en el país.
Incluso, asegura el vocero priista, se presentara una queja ante el IFE por mentir en la propaganda electoral.
Pero las cosas no se quedan ahí en este inicio de hostilidades entre los equipos de los candidatos presidenciales.
Como parte del tan difundido golpe de timón de los panistas, una de las incorporaciones más festejas es la del gobernador con licencia de Guanajuato, Juan Manuel Oliva, quien debuta en estas lides lanzando acusaciones sobre el PRI, partido al que responsabilizó de los problemas que se viven en el país con el narcotráfico.
Oliva fue respaldado por el equipo cercano de la candidata presidencial, olvidando que esas prédicas ya fueron lanzadas en el pasado, sin éxito alguno.
Echar la culpa al PRI del asunto del narcotráfico y su crecimiento en el país, fue parte de la estrategia del entonces presidente nacional del PAN, Germán Martínez Cázares, quien sufrió en carne propia los efectos de una campaña que no prosperó, cuando menos entre los electores.
La estrategia de Martínez Cázares fue un fracaso y los prisitas ganaron todas los gobiernos estatales en disputa, con excepción de Sonora, donde les afectó la tragedia de la guardería ABC y los errores del gobernador Eduardo (Robinson) Bours, aunque rescataron otras entidades como Querétaro y San Luis Potosí, gobernadas por panistas desde doce y seis años respectivamente.
El resultado de aquello ante el fracaso del partido gobernante fue la inmediata remoción del dirigente nacional panista, quien se fue al ostracismo político.
Ahora en la sacudida dada por Josefina Vázquez Mota en su equipo de campaña se opta por incorporar al mismo Germán y se advierte su mano en esta nueva ofensiva con variaciones sobre el mismo tema.
Pero si pareciera ser que la disputa es solamente entre priistas y panistas o panistas y priistas, la candidata del tricolor al gobierno del Distrito Federal, también busca repuntar con base en acusaciones.
Beatriz Paredes Rangel lanzó una interrogante, aunque no quiso responsabilizar a nadie en especial, con ese estilo muy singular que la acompaña en todos sus actos públicos.
La tlaxcalteca se quejó de un supuesto abuso en el padrón electoral de la ciudad de México, el que en cifras globales, asciende a siete millones de votantes, contra nueve millones de habitantes que tiene la capital del país.
Es decir la población defeña es escasa en lo que se refiere a menores de edad, ya que solamente dos millones de personas son las que cursan educación primaria y secundaria y hasta preparatoria.
Según Beatriz se abusa del padrón electoral y de una probable alteración del mismo, por lo que solicitó una revisión del mismo, ya que, aparentemente, tiende a beneficiar a uno de los aspirantes.
Este es el principio de lo que se espera sea una férrea disputa por la Presidencia de la República, donde los golpes bajos, las descalificaciones y las acusaciones de uno y otro lado se mantendrán como un premisa de cada uno de los contendientes.
CAMPAÑA EXITOSA
En 10 días de campaña, Ana Lilia Herrera Anzaldo, candidata de la coalición Compromiso por México, conformada por el PRI y el Partido Verde al Senado de la República por el Estado de México, ha visitado Ecatepec, Tultitlán, Naucalpan, Toluca, Ixtapaluca, Nezahualcóyotl, La Paz, Tlalnepantla, Huixquilucan, Huehuetoca y Cuautitlán, en los que ha asumido como primer compromiso, ser una senadora cercana a la gente. Ana Lilia Herrera ha trazado cuatro claros ejes de su propuesta; transparencia, equidad social, medio ambiente y seguridad.
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